Taberna Antonio Manuel
A veces hay que buscar caminos olvidados y apresurarse a vivir, apresurarse a amar. Hay que vibrar tanto como sea posible, ya que nada suele ocurrir esperando. Dejar que la vida pase es desperdiciar el tiempo. Hay que ponerse en pie y perseguir la esencia: aquel sueño, aquel viaje, aquel rio, aquella montaña, aquel libro, aquella amistad, aquel cine, aquella música, aquel restaurante, aquel bar, aquel amor…. En la terraza de la taberna Antonio Manuel ha llovido durante la mañana agua con barro, y los pétalos de los jacarandás quedan aplastados bajo las mesas y las sillas, dando al suelo desteñidos toques azulados. -Somos tres,- le digo al camarero. Y me siento en la mesa que me indica, esperando a Alejandro que fue a buscar a un amigo suyo que se llama Miguel. -Hoy no hay menú -dice el camarero, con una sonrisa, a la vez que me nuestra la carta. Pedimos de prime