Entradas

Mostrando entradas de marzo 1, 2020

De la Mar el Mero y de la Tierra el Cordero

Imagen
Hoy, como dice mi compañero, repetimos, volvemos a comer en nuestro lugar de referencia: el restaurante Barón del que ya hablamos. Aunque repitamos nunca es lo mismo si se sabe apreciar cada detalle, y eso en la gastronomía y en cualquier relación es fundamental. Lo sentidos deben estar atentos a todo lo que en la vida, el instante, nos puede ofrecer, es la única actitud sana. No quedarnos con la superficie solamente, que también tiene su aquel en algunos momentos, interesa más bucear un poco en ese inmenso mar de percepciones que nos transmiten el olfato, el gusto, el oído y la mirada. No hay nada como una mirada. Los ojos nos delatan fácilmente, son espejos muy difíciles de deformar. No sirven las caretas, ni las sonrisas forzadas, la mirada lo dice casi todo. Por eso no me gusta el viento, deforma casi todas las percepciones y te hace cerrar los ojos. Hoy hace una día briosamente ventoso, estamos dentro, a salvo, detrás del cristal que alguien inventó para que pudiéramos

REPETIMOS

Imagen
REPETIMOS           Un viento huracanado  arrastra el polvo de la calle, acelera el paso de las gentes,  vuela las sombrillas de las terrazas  y tira al suelo  vasos y  copas  que estaban sobre las mesas. Es un día gris y raro. El sol empuja las nubes y logra de tanto en tanto enviarnos algunos rayos, pero es un sol herido,  un sol  heroico  que se sabe vencido por este mar de nubes  grises que ni siquiera nos darán  su  lluvia, son solo  nubes tristes que oscurecen el día           Este tiempo me lleva a concluir que  la ciudad  también está condicionada por agentes naturales  de los que no siempre soy consciente y que producen cambios en mi vida que la hacen  variada .         Hoy teníamos pensado comer en un restaurante distinto, pero dada la climatología decidimos no alejarnos demasiado  de nuestro lugar de encuentro  habitual y repetimos.  Este es el  restaurante que ya  nombré  en este blog  hace unos días y al que mi amigo Alejandro y yo venimos con asiduidad