De la Mar el Mero y de la Tierra el Cordero
Hoy, como dice mi compañero, repetimos, volvemos a comer en nuestro lugar de referencia: el restaurante Barón del que ya hablamos. Aunque repitamos nunca es lo mismo si se sabe apreciar cada detalle, y eso en la gastronomía y en cualquier relación es fundamental. Lo sentidos deben estar atentos a todo lo que en la vida, el instante, nos puede ofrecer, es la única actitud sana. No quedarnos con la superficie solamente, que también tiene su aquel en algunos momentos, interesa más bucear un poco en ese inmenso mar de percepciones que nos transmiten el olfato, el gusto, el oído y la mirada. No hay nada como una mirada. Los ojos nos delatan fácilmente, son espejos muy difíciles de deformar. No sirven las caretas, ni las sonrisas forzadas, la mirada lo dice casi todo.
Por eso no me gusta el viento, deforma casi todas las percepciones y te hace cerrar los ojos. Hoy hace una día briosamente ventoso, estamos dentro, a salvo, detrás del cristal que alguien inventó para que pudiéramos mirar al viento sin tener que cerrar los ojos. Se está tranquilo y a gusto, Ángel y yo charlamos sobre este blog y algunas otras cosas entre lo divino y lo humano.
Nos toman nota de la bebida y al poco ya tenemos a Javier con su libreta y con su peculiar estilo, leyéndonos los primeros y segundos platos a elegir. Hoy Ángel pide crema, yo, ensalada sin pepino, y ambos de segundo, mero(del de verdad). Siempre que lo pido recuerdo aquel refrán: "De la mar el mero y de la tierra el cordero", no sé por qué, pero así es. Como siempre la ensalada rica y el mero en su punto. De postre pedimos piña ambos y ambos no equivocamos, hoy no ha salido buena, cosas del azar, es de las pocas veces que nos ha ocurrido. Aquí mi pensamiento ahonda y corrobora lo que la edad y la experiencia enseña: Nada es perfecto. Y sonrío recordando la escena final de "Con faldas y a lo loco". Nada ni nadie es perfecto y por lo tanto jamás nadie debería sufrir por ello...
Salimos del restaurante, paseamos entre las calles charlando, el viento nos ha dado un tregua, aprovechamos...
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