Taberna Antonio Manuel
A veces hay que buscar caminos olvidados y apresurarse a vivir, apresurarse a amar. Hay que vibrar tanto como
sea posible, ya que nada suele ocurrir esperando. Dejar que la vida pase es desperdiciar el tiempo. Hay que ponerse en pie
y perseguir la esencia: aquel sueño, aquel viaje, aquel rio, aquella montaña,
aquel libro, aquella amistad, aquel cine, aquella música, aquel restaurante, aquel
bar, aquel amor….
En la terraza de la taberna Antonio Manuel
ha llovido durante la mañana agua
con barro, y los pétalos de los jacarandás quedan
aplastados bajo las mesas y las sillas, dando al suelo desteñidos toques azulados.
-Somos tres,- le digo al camarero.
Y me siento en la mesa que me indica,
esperando a Alejandro que fue a buscar a un amigo suyo que se llama Miguel.
-Hoy no hay menú -dice el camarero,
con una sonrisa, a la vez que me nuestra la carta.
Pedimos de primero tres platos para compartir: mejillones valencianos al vapor, huevas de sepia a la plancha y sardinas ahumadas, sobre rebanada de pan con tomate. De segundo: ellos piden arroz al señoret, y yo elijo fritura de mar ( dos anillas de calamar, dos rodajas de sepia, chipirones rebozados, seis boquerones y cazón rebozado). Para beber; cerveza. Y café de postre. Todo por un importe individual de 22€. Pagué mi parte con gusto, ya que me resultó extraordinario y en su punto. A mí me encanta la comida sencilla y natural, es decir: lo tradicional, lo de siempre.
Miguel y Alejandro son amigos desde hace tiempo. Miguel tiene unos
años más que yo, es de Buñol, trabajó en un banco, y es dicharachero y de trato sencillo. Yo diría que ya es también mi amigo.
Alejandro y yo , no dejamos de prestarle
atenciones y conversar con él durante
toda la comida por ser el lo distinto, la frescura, la novedad del grupo. Ojalá venga más jueves!
En la sobremesa, con los cafés
terminados, cayó un aguacero que nos retuvo bajo los toldos durante algunos minutos; hasta
que aclaró y pudimos abandonar el refugio. Luego se levantó un viento suave que
empujaba la hojarasca por las calles que nos
llevaron de regreso a nuestras vidas. No
sin antes despedirnos, quedar en vernos
otro día, y llevarnos en la memoria los
momentos compartidos.
La taberna Antonio Manuel está
ubicada en Valencia, calle Maestro Clavé, esquina con Calle San Vicente, muy cerca de
la Plaza del ayuntamiento. Tiene una larga barra, dos comedores en el interior, y
una amplia terraza en la calle. Normalmente, este establecimiento, suele estar concurrido
por parroquianos, turistas y por gentes de otros barrios que vienen con
sus tarteras para llenarlas de algunos de sus productos aquí cocinados.
Valencia, 2021-06-21
Ángel Núñez cámara
Comentarios
Publicar un comentario