EL KIOSKO
Ya están
colgadas las bombillas de colores anunciando la proximidad de las fallas, pero en las
calles existe un aire de silencio, una
espera no festiva, un no sé qué de un
día de diario.
Yo diría que
otros jueves, a estas horas por estas
calles hay siempre mucho transito: turistas, transportistas, gentes que van y vienen, los que acuden a comprar, curiosos, paseantes,…etc. Y
pienso que tal vez se debe al nuevo coronavirus que vino de Asia acompañado de bulos, exageraciones
e ignorancia.
Según las autoridades sanitarias no debemos
alarmarnos ya que los índices de mortandad son inferiores a los de la gripe
común aunque es probable que se extienda y llegue a nuestras casas. Yo he decidido estar atento a las recomendaciones y como siempre vivir con normalidad.
Podemos
escribir quiosco de dos maneras y ambas válidas, hoy
elegimos con k porque así está
rotulado en el exterior. El Bar restaurante El Kiosko está en la calle de los derechos esquina con calle
de Ercilla,, frente a la plaza del Dr.
Callao y aunque el día es de sol y de cielo alto , el sitio está sin vientos ni
pájaros quizás por el sonido estridente de los músicos bohemios y el continuo trasiego de mesa en mesa de vendedores ambulantes y
pedigüeños.
Después de
esperar un tiempo que se me hizo largo, el camarero nos asigna una mesa en la terraza de la plaza. Del
menú puedes elegir 1 de entre 5 primeros platos y otro
de entre 6 segundos. Con bebida y
postre. El menú cuesta 11 euros. Elijo ensalada
valenciana de primero, es un plato simple y copioso, lechuga y cebolla y un tomate rojo, sabroso y bien maduro.
Quizás por
exceso de trabajo, los camareros se demoran en servir los platos, algo que no me importa pues converso con mi amigo y la temperatura es agradable- Las simples cosas tienen a veces un
valor incalculable. También de cuando en cuando se me escapa el alma hacia un olivo viejo situado frente a mí,
en un rincón de la plaza, donde
ahora que el sol declina y ya no hay
músicos se posan algunos pájaros.
De segundo
plato los dos pedimos sepia rebozada, el rebozado era crujiente como a mí me
gusta pero la sepia insípida y dura.Hoy nos equivocamos en la elección de restaurante,
el local y el mobiliario se han quedado anticuados y el servicio y la calidad de los platos necesitan mejorar Es solo un
lugar para tomar alguna vez una caña y
una tapa, pero la ubicación y el entorno son mágicos.
Valencia 27/02/2020
A. Núñez cámara
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