Bar Anvi
Las aceras se poblaban de ruidos, sauces y otros árboles que proyectan zonas de sombra por donde la gente transitaba con ritmo de rutina en este día claro y otoñal. Desayunando en una terraza soleada, una pareja de jóvenes discuten en alta voz sobre los problemas de su relación; frenéticos, sin tregua, sin escucharse a sí mismos y ajenos a los ocupantes de las mesas vecinas. Tanto dardo en sus palabras, tanto reproche, tanta decepción, que causaba dolor alrededor. Aquello era un duelo, un desgarro, un desamor que me conmovió por lo que decidí alejarme con mi consumición algunos metros. Ahora, desde la distancia, creo que no era para tanto; era un lenguaje alterado, raro, pero de amor. Lo comprendí después; cuando pensé que uno, a veces, debe poner las cartas boca arriba, lanzar su vida ...